Receta tradicional de salsa brava
La salsa brava es una de las salsas más famosas de la cocina española. Preparada de maneras muy distintas en diferentes regiones o incluso restaurantes del mismo lugar, es un plato imprescindible en una tarde tapas con amigos. Además de con las tradicionales patatas, es una salsa que te gustará con carnes o pescados.
Salsa brava
Para esta versión de la famosa salsa brava, el protagonismo se lo lleva por completo el pimentón y no hace falta ningún tipo de salsa de tomate. Es una preparación muy sencilla, que solo te llevará unos 15 minutos. Te proponemos acompañarla de unas patatas guiso-fritas, pero prepárala con lo que más te guste.Con esta receta, conseguirás una salsa llena de sabor que le encantará a tu familia y amigos. Anímate a probarla.
Ingredientes
- 1 cebolla blanca
- 4-6 patatas medianas
- 1 cucharadita pimienta blanca
- 4 cucharadas pimentón (según lo picante que lo quieras, mezcla pimentón picante y suave en las proporciones que prefieras)
- 2 cucharadas harina de trigo
- 300 mL caldo de pollo (o de verduras para una receta vegana)
- 3 cucharadas aceite de oliva
- sal al gusto
Elaboración paso a paso
- Cortamos la cebolla en trozos. No es necesario que lo hagas muy fino, pues al final lo vamos a pasar todo por la batidora.En una sartén con aceite de oliva a fuego medio, cocinamos la cebolla lentamente.Añade una pizca de sal.
- Una vez la cebolla esté traslúcida y suave de consistencia, incorporamos la harina y la mezclamos muy bien con el aceite.
- Pasado un par de minutos, incorporamos también la pimienta blanca y el pimentón.
- Mezclamos muy bien sin parar de mover para que la harina se cocine, pero con cuidado para evitar que el pimentón se queme.Hacer esto durando 2-3 minutos.
- Ahora es el momento de ir incorporando el caldo poco a poco a la sartén.
- Al principio, la harina absorberá muy rápidamente el caldo y tendrá una consistencia bastante espesa. Eso es normal.
- Simplemente hay que ir añadiendo poco a poco el caldo mezclando muy bien e irá cogiendo una textura más fluida poco a poco.
- Así, cuando hayamos usado todo el caldo debería ser una salsa bastante líquida. Si no está del todo, puedes añadir agua.Una vez lo tengas, es simplemente cuestión de ir reduciendo poco a poco hasta que tenga la densidad que te guste. Entonces, retira la sartén del fuego y pasa el contenido a un vaso largo de batidora.
- Pasa la batidora para que no queden trozos de cebolla y prueba la salsa. Ahora es el momento de corregir de sal si hace falta.Y la salsa brava ya está.
- Ahora simplemente sirve la salsa con lo que quieras. Patatas, carne, pescado…Y…¡Listo!
Notas
– A nosotros nos gusta preparar la salsa brava con patatas guiso-fritas: primero las cocemos para que el interior esté tierno y luego las freímos para conseguir un exterior crujiente.
– Si lo prefieres puedes freír las patatas sin guisarlas, o confitarlas, o usar congeladas…con la salsa brava estarán buenísimas.